Por Cristian Naranjo
Haciendo uso de su cuello de cisne, Toni pudo adelantar a Italia al filo de la media parte. Sólo lo evitó Tom Henning, muy riguroso con los azzurri durante todo el partido. No obstante, sería Mutu quien ajusticiara primero la portería contraria, merced a una prolongación perfecta de Zambrotta, que sigue sumido en su depresión deportiva. Sólo quedan pavesas del gran lateral de la Juventus.El encuentro no ha defraudado por lo que a intensidad y ocasiones se refiere; sí por juego. Ni Rumanía ni Italia están concebidas para enamorar, pero han salido a morderse desde el principio. Con el factor suerte en su contra, los de Donadoni tuvieron que remar río arriba. Panucci, un veterano curtido en mil guerras, reequilibró el partido alentado por la historia de su selección. Había pasado un minuto, y todo volvía a la normalidad: la squadra azzurra dispuesta para una nueva resurrección. Pudo marcar De Rossi entrando con el alma al corazón del área. Incluso Zambrotta tuvo la ocasión de redimirse poniendo un centro desde el fondo. Sin embargo sería Mutu, con el inflexible silbato de Henning mediante, quien tendría en su diestra el privilegio de decidir el destino de Italia. Casi nada. Sucede que bajo el marco le esperaban la esbelta figura y fija mirada de Buffon. Apuesto a que Mutu vio entonces la portería empequeñecer. Sólo así se explica que mandara un balón inocuo al medio. Por su parte, el mejor arquero de la Tierra volvió a constatar su condición para rescatar a su país. Es cierto que a Italia sólo le quedan un 20% de opciones de pasar el corte, pero tratándose del tetracampeón mundial, seguir vivo ya es toda una garantía.
*************************************************************
No hay comentarios:
Publicar un comentario