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domingo, 31 de marzo de 2013
Los hijos del hambre
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jueves, 22 de octubre de 2009
Fiesta en el geriátrico
Si el equipo de Pellegrini llegaba al clásico europeo inmerso en dudas y rodeado de críticas, el de Leonardo ─qué nombre más renacentista y bello, ¿no es cierto?─ se presentaba con graves heridas de bala. En plena caída libre desde que levantara su séptima Liga de Campeones, presidido por un demente que ha limpiado las arcas, estructurado en base a futbolistas neolíticos como Kaladze, Seedorf e Inzaghi y huérfano de Kaka', el Milan es hoy un sucio borrón de su leyenda. No hay forma de explicar cómo un gigante de Europa ha podido dejarse llevar así, exprimiendo una generación obsoleta desde incluso antes de aquella final de 2007 en Atenas. Deportivamente fue un suicidio acudir al desguace a por Ronaldo y Ronaldinho, incapaces ambos de mover su cuerpo de mamut. Y no es otra que la afición rossonera la que sufre las consecuencias de la corrupción de sus dirigentes, a los que no es necesario nombrar. Por todo ello llegaba el Milan herido de muerte y el Madrid, rompiendo apuestas, no lo remató. En el último lustro no había tenido el equipo blanco un partido en Europa más propicio para exhibir su bestial pegada. Ante un once deslavazado y hecho jirones, formado por ancianos del deporte, los de Pellegrini volvieron a colmar de razones a los escépticos.
Tras cinco años sin pasar de octavos a nivel continental los merengues habían perdido su temible aura. De la mano de Florentino, inédita y salvaje inversión mediante, todo parecía haber cambiado en Chamartín. Por chamba, todo menos Raúl, el único superviviente del naufragio. Ausente Cristiano Ronaldo y desdibujado Kaka', el Madrid se conjuró una vez más entorno al añejo pescador, que rodeado de sangre fresca aún puede permitirse brillar. Como recitaría Manolo García en relación a aquélla mujer madura, pese a ser uva de la vieja parra Raúl está bendecido por un dios: el de los años bien llevados. Larga vida al eterno capitán, que abrió el marcador de nuevo a su manera, recogiendo las conservas del área como haría Carpanta. Fue Dida quien le cedió los calamares. Quizá le supo mal la segada de Zambrotta a Benzema. A partir de ahí, lo sucedido fue más abstracto que un film de Lars von Trier. No tiene justificación alguna que el Madrid haga una fiesta en el geriátrico, regalándole el campo y el cuero a un grupo de jugadores vetustos, prejubilados, carentes de todo físico. El once blanco ninguneó al Milán, le permitió desplegarse a ritmo de caracol, ganar la zona de tres cuartos y maniobrar sin lastre en la frontal, donde Pirlo, Seedorf y Ronaldinho aún pueden resultar mortales. El italiano empató el marcador ya en la segunda parte, con un respingo precioso que sorprendió a un Casillas contagiado de tanta mediocridad. Acto seguido llegó el segundo en plena revolución senil, merced a un envío a la espalda de Pepe y Albiol que Casillas salió a abortar en falso, abriéndole paso a Pato para que definiera a placer. El tanto, que se antoja sencillo, va precedido de un asombroso quiebro al guardameta con el tronco. El joven brasileño es un escándalo.
Corría el 66' y al Madrid le tocaba recurrir a la épica, esa que tantas veces le salvó el culo a última hora. Entró Drenthe por Granero y activó la batidora. Gracias al holandés el conjunto blanco ganó revoluciones como para exigir a Dida, cuyos guantes tenían restos del desayuno. En el 76', tras una carga de ocasiones y por una cuestión de justicia, Drenthe empató el choque con un zurdazo seco adonde les duele a los porteros. El pase, del más listo del recreo. Siempre 'Tom Cruise'. 2-2 y una minutada por delante. Viento de cara para el Madrid, obligado a cerrar el choque ante un rival que iba en pantuflas por el Bernabéu. No fue así. Un minuto después del empate, Ronaldinho se calzó las botas por primera vez, dejó de rueda a Pepe y su centro terminó a pies de Seedorf, que lo enganchó a bote pronto mandándolo arriba. No fue sino el trailer de lo que estaba por venir. En el 85' Pato exigió lo mejor de Casillas. En el 86', fruto de un córner limpio, llegó el 2-3. El árbitro lo anuló por decoro. Ni así, aprovechando el juego del mentiroso, pudo el Madrid adelantarse en la recta final. De nuevo fueron los saurios los que pusieron cerco al marco contrario, avanzando a paso lento pero a campo abierto, sin oposición alguna. En mitad del ida y vuelta, la zurda de Seedorf alcanzó la media luna y dirigió el balón con plumas de ganso a Alexandre Rodrigues da Silva, 'Pato', que rubricó su exhibición con un remate en suspensión, al primer toque y acolchado de interior. Gol de figura mundial en el mejor escenario posible. No debería tardar mucho el brasileño en migrar de Milán.
Finalmente 2-3 en el Bernabéu en una velada tan fría como la de anoche en el Camp Nou. Si por algo destaca la Liga de Campeones es por ser caprichosa. Depara trampas en lugares inesperados y no concede indultos: quien perdona, lo paga. Los dos grandes ya están apercibidos. Sobre todo el Barcelona, obligado a ganar en Rusia y después ante un Inter que ya prepara el abrigo de borrego. De no ser así deberá ir a Kiev a batirse el cobre de los octavos. Hipotecarse en Europa supone un interés muy elevado, en ocasiones insalvable, como le ocurre a un Atlético para quien lo trágico siempre ha sido magnético. Sólo el Sevilla se mantiene en pie, heráldico, con nueve puntos y goleando fuera de casa. El equipo de Jiménez desprende aromas de jazmín de España, el más oloroso y radiante de su especie.
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martes, 20 de octubre de 2009
Desde la fila 84 al corazón del 'Carpanta's Club'
¡Qué pasa crack! Imagino que ya estarás buscando acomodo en el Chamberí del Paraíso, aunque me cuentan que se requieren magos en el sur. Se te va a echar en falta por aquí. Has dejado huérfano el 'Carpanta's Club'. En un panorama mediático donde impera la feroz rutina, tú eras de los pocos que transgredían márgenes con denominación de origen. Sólo pondría a tu nivel a Gaspar Rosety, Alfredo Martínez, Javier Pérez Sala, Víctor Hugo Morales y, por supuesto, al también hispanoamericano Héctor del Mar, primo segundo tuyo a mi entender. Pero de todos modos tú eras único en tu especie, no te parecías a nadie; eras otro mundo. Como 'Su Majestad Aérea' Jordan en los segundos finales, de tu cajón de sastre siempre sacabas ocurrencias que mejoraban el partido. Hablo de tu década en la NBA, por supuesto. Tuve la suerte de descubrirte en aquel tiempo, a mediados de los 90, pese a no tener el 'Plus'. Un compañero de instituto me mantenía informado de todas tus travesuras. 'Melodía de Seducción' Sprewell, 'American Graffiti' Stojakovic, el 'Club de los Gepetto Brothers'… Casi todos tus sobrenombres eran acertados y, cuando no, te lo decía Daimiel sin abrir la boca, simplemente no riéndose. Ayer reveló que aquellos que te preparabas a conciencia no eran tan buenos.
Andrés, lo tuyo era la espontaneidad, el estilo libre, la libertad de acción. Por razones obvias, no tenías cabida en ningún corsé, pero eras un as en ingenio e improvisación. Precisamente por eso marcabas la diferencia, porque tus disparates pedían paso por sí solos. ¡Menuda pareja de 'jugones' formabas con Daimiel! Tú completamente chiflado y él un solemne erudito. A priori tendría menos sentido que mezclar Baylis con Coca-Cola. Pero Alfredo Relaño, ─por entonces director de Deportes de Canal Plus─ acertó plenamente. ¡Funcionó! Como Gennaro Gattuso, tú aportabas anarquía y desenfreno mientras que Daimiel, más clásico, se regía por el canon de pensamiento razonado, al más puro estilo Andrea Pirlo. Hablando de 'Ántoni', a él también lo bautizaste, como 'Crónica en Rosa'. Tampoco hubiera estado mal llamarle 'Petete' Daimiel, por su precocidad y vastos conocimientos. Te confieso que a medida que cumplo años me asemejo más a Pirlo que a Gattuso, pero nunca perderé la admiración por el destacamento y la insurgencia. Tú la imponías como nadie en tus narraciones, siempre frescas, alegres y desenfadadas, privilegiando el entretenimiento cuando el partido se atragantaba en mitad de la noche. Abogabas claramente por el espectáculo, por el Show Time, por encima del propio juego. Excepto cuando la categoría y trascendencia de la cita te enchufaba de verdad. Sólo satisficieron tus exigencias el más grande de todos, 'MJ' (ver vídeo 1), y en una ocasión un jovencísimo Gasol (ver vídeo 2).
Dice Daimiel que no regalabas elogios ni tu amistad a cualquiera, que tenías el listón muy arriba. Quién sabe si tan alto como 'Espartaco' Reyes. Pero la exigencia no es mala mientras empiece por uno mismo. En eso me identifico contigo. Además, acreditar un paladar selecto equivale a tener un gusto determinado, una mente preclara y una personalidad definida. Eso sí, no me negarás que todo cambió tras tu salida del 'Plus'. El fútbol te aburría soberanamente a pesar de Salinas y Kiko, y ni siquiera la 'ÑBA' sacó lo mejor de ti. Con todo y con eso, dejaste un collar de perlas para la posteridad: 'Humprhey Bogart: Tócala otra vez, Sam', 'Tom Cruise', 'Moto GP', 'Mr. Catering', Ricky 'Business', 'Multiusos' o 'Pedro Picapiedra' Garbajosa, 'La Intendencia' o 'Kevin Costner, el guardaespaldas' para referirse a todoterrenos como Mumbrú… Vamos, que entre tu viejo diccionario http://archivo.marca.com/305/andresmontes/diccionario/i.html y su reedición te daría para rebasar Alejandría. Por cierto, ahora que te has mudado, podrías revelarnos el paradero de las llaves, rufián. Yo opino que siempre que actúa los tiros apuntan hacia Xavi Hernández, ya sabes, tu amigo 'Humprhey'. Apuesto por él como ama de llaves. Tu otra pregunta por antonomasia no ha podido contestarla nunca ni Daimiel. Por qué será que todos los 'jugones' sonríen igual. Como tú eres uno de ellos, la retórica te obliga a responder. Quedo a la espera.
Mientras tanto te prometo seguir tu dogma: no olvidaré que la vida puede ser maravillosa, aunque lo sea menos sin ti. Por aquí todos vamos a echarte de menos. 'La Informática' Nash, '¿Por qué eres tan bueno, McGrady?', 'Aerolíneas' Jordan, 'E.T.' Gasol y 'Siglo XXI' Duncan forman un quinteto inicial inmejorable que te pertenece. Al menos en España, su nombre, como el de tantos y tantos otros, estará vinculado al tuyo para siempre. Me voy despidiendo. Ha sido un placer, Andrés. Después de darle unas cuantas vueltas, he concluido que para mí siempre serás 'King África' Montes. No te enfades por la estética. Si lo piensas, verás que tenéis rasgos bien comunes. Eso sí, salvando las distancias: tú eres un dandi y él un bufón. En fin, ya nos veremos por ahí, maestro. Por mi parte, seguiré semana tras semana viendo el fútbol con muchas 'fatatas' en tu honor. Cuídate esa hormigonera y, por favor, dale un abrazo a Dani Jarque de nuestra parte. Dile que no dejaremos de recordarle como el Roger Federer del eje central.
Fdo.
Cristian 'El Capitán' Naranjo (socio 1984 del 'Carpanta's Club')
P.D: Insisto en la idea de que te inclines por el sur del Paraíso, por la zona de Vallecas: más humilde, más obrera, más canalla. Tienes que conseguir que algo se mueva en el sur de la ciudad, que retumben los tambores de los sioux y que Wilma se compre un Sonotone. Hazme el favor y no descanses en paz. Más bien haz ruido. En el otro barrio también van faltos de chalados maravillosos, de modo que de vez en cuando puedes despertar a los vecinos. Creo que no hay Policía por la zona.
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viernes, 3 de julio de 2009
Andrea Pirlo: el artista silencioso
Construcciones Galácticas S.A. al margen, si de algo carecen los grandes del fútbol europeo a excepción del Barcelona, que los fabrica en serie, es de un buen mediocentro, una figura clave para entender el fútbol moderno. Guardiola tiene a su disposición a Xavi, Iniesta y Busquets. Con ellos como bandera, el equipo azulgrana sorprendió al mundo consiguiendo un triplete de la forma más lírica posible: haciendo del fútbol algo realmente bello. El Barça ya tiene por tanto una mina en sus tres mediocentros, pero en boca de su presidente ansía uno más. Cesc Fàbregas aportaría más forma y más cuerpo al equipo, necesitado de una incorporación de fuste tras el fiasco de Ribéry. Aún no se conoce el precio que le pondrá el Arsenal a su salida. La cantidad no bajará de los 40 millones, una salvajada teniendo en cuenta que es un producto de la propia factoría.
La efigie del mediocentro conduce inevitablemente a Andrea Pirlo, un futbolista que a sus 30 años es ya considerado un anciano en Italia. Casualmente, el Milan no tiene sitio para él y sí para el oxidado Ronaldinho. Una calamidad. Pirlo es repudiado por su club y también por las hinchadas debido a su etnia gitana. La ola de xenofobia surgida en Italia se ha vertido sobre él al igual que sobre Ibrahimović. De hecho, el país construido por Berlusconi a base de corrupción y de guiños hacia los ricos cada vez está más dividido y carcomido. En esas condiciones se encuentra Pirlo, deseoso por cambiar las costas italianas por las españolas. El Chelsea le quiere, pero la decisión del jugador y del club van de la mano: será traspasado a un equipo de la Liga. Candidatos hay varios. Interesados, sólo uno por desgracia.
El Atlético, en una decisión interesante dado el talento del jugador, apuesta por Pirlo como eje de rotación. El Milan solicita 18 millones, cifra que podría ser escurrida con una negociación inteligente. Metrónomos como Pirlo no estorban en ningún cajón. No es demostrable que Madrid y Barça no le necesiten. El Liverpool sólo venderá a Xabi Alonso a precio de platino mientras que el Arsenal hará lo propio con Cesc. No existe en el mercado futbolista más fino que Pirlo, capaz de conducir a una selección de selecciones como Italia a ganar el Mundial en 2006, donde su fútbol fue tan sedoso como práctico. Su pase de gol a Grosso en la semifinal frente a Alemania fue de manual. Un reverso propio de un artista. Zidane fue Zidane durante todo el torneo, incluyendo la final, donde acaparó todo el caudal de ataque galo. Sin embargo, su actuación no ensombreció la labor del trequartista, que tuvo actuaciones eficaces, silenciosas, estelares. En la reciente Copa Confederaciones Italia fracasó rotundamente con la salvedad de Pirlo, que tiene la virtud de lucir siempre por adversas que sean las circunstancias. En 2006, con motivo del Mundial, el sabio Enric González lo definió así: "El juego no es juego si no se toma en serio. (...) Pirlo conoce el secreto del juego. Juega serio, como un niño". Así es el dorsal 21 de la azzurra. Un mediocentro brutal. Un artista de corte bajo en mitad de una jauría.
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