Noche histórica en el Camp Nou, donde nunca antes se habían celebrado de una vez Copa, Liga y Champions. Los artífices de la gesta se fundieron con una afición entregada. Se oyeron cánticos de toda clase y se llevaron a cabo numerosas olas. Ante un estadio tan eufórico como repleto, Pep Guardiola y sus hombres dedicaron unas palabras a la parroquia culé. Entre los que empuñaron el micro, destacaron especialmente Touré y Messi, totalmente desbocados. Habló todo el núcleo duro de la plantilla azulgrana. Guardiola, Puyol, Xavi, Iniesta, Piqué, Valdés, Touré, Alves, Eto’o, Henry, Bojan, Sylvinho, Abidal, Gudjohnsen, Márquez y Jorquera brindaron el trébol de títulos a su hinchada, certificando la perfecta comunión existente entre equipo y afición. Las ovaciones proliferaron en honor a los jugadores favoritos de la grada, entre los que esta vez sí se encontraba Samuel Eto'o, cuyo futuro está en el aire.
Y así transcurrió la noche más mágica del barcelonismo, con casi 100.000 personas en el estadio y una plantilla rebosante de felicidad. Ser del Barça es hoy más trendy que nunca gracias a gente como Guardiola, Iniesta y Messi. Mientras los futbolistas daban su segunda vuelta de honor y la fiesta se acercaba al cierre, un servidor se hacía mil preguntas en la grada. Finalmente, una vez celebrados, los títulos ya forman parte del pasado y la vitrina. El fútbol no se detiene y genera nuevos retos de forma constate. La 'Guardiola Mecànica' tiene una oportunidad irrepetible para convertirse en el mejor equipo de la historia azulgrana. Posee todos los mimbres necesarios: un modelo definido, paz institucional, un ramillete de grandes jugadores hambrientos y el mejor entrenador posible. Sucede que en fútbol, dos más dos nunca suelen ser cuatro. Del Barça de Rijkaard, que contaba con la misma plantilla más el talento de Ronaldinho y Deco, también se esperaba que marcara una era. No fue así. El equipo se deshizo tras celebrar la Champions de París en el Camp Nou, hace ahora un trienio. En esa ocasión, Puyol aseguró que aquella copa sería el inicio de un ciclo glorioso. Anoche, quizás escarmentado, no prometió nada. Este Barcelona es tan fresco y juvenil que no se plantea el porvenir. Sólo quiere Rock & Roll. Queda un verano por delante antes de que se reabra el telón de las competiciones. La Supercopa de Europa, la de España y el Mundial de Clubes se añadirán a los retos de la Liga, la Copa y la Champions. ¿Podrá este Barça superarse a sí mismo y encontrar otro trébol de más hojas? Con Guardiola al mando, un técnico tan preparado como afortunado, todo es posible. Por si acaso, esta vez Laporta no caerá en el error de hablar de aspiraciones futuras. Reinará el método del paso a paso que impondrá el entrenador. Una gran noticia.
Con el verano llegará el momento de renegociar la plantilla. Beguiristain tendrá la difícil tarea de mejorar un plantel histórico, aunque francamente mejorable. La Champions ha sido conquistada con 12 jugadores, lo cual demuestra la precariedad del banquillo, donde sólo Keita ofrecía unas mínimas garantías. Del intercambio de cromos de 'Txiki' en el mercado dependerán buena parte de las aspiraciones de Barça 2009-2010. Hleb ─temporada nefasta, confirmada con su no convocatoria en Roma─, Gudjohnsen ─un jugador cuya comparación con Iniesta y Xavi produce sonrojo─, Sylvinho ─un lateral que ha superado a Abidal en todo pero cuya carrera toca a su fin─, Cáceres ─pese a haber costado la friolera de 16 millones de euros, no se ha ganado la confianza de Guardiola, que ha llegado a reconvertir con acierto a Touré en central antes que contar con él─, Jorquera ─no llegará jamás a ser titular─ y Pinto ─una solución de emergencia que se ha alargado más de la cuenta─ son sospechosos habituales y deben ser traspasados o no renovados. A cambio, urgen jugadores de nivel muy superior. A saber: Zirkov, Lahm, Essien, Cesc Fàbregas, Silva, Robinho, Villa, Forlán y sobre todo Ribéry, por cuyo fichaje tiene que ir el Barça a la guerra si es necesario. El tándem del francés con Messi no tendría parangón en Europa. De hecho, dos regateadores de ese nivel en el mismo once, unidos a Iniesta y Xavi, serían imposibles de defender. La 'Guardiola Mecànica' contaría con un nuevo engranaje que la convertiría en la máquina perfecta, ya que la dotaría de más alternativas tácticas. Además, Ribéry asegura trabajo en equipo y un porcentaje mínimo de divismo, todo lo contrario que Cristiano Ronaldo, de quien ya duda hasta el Madrid.
Finalmente, Beguiristain y Guardiola tienen sobre la mesa la cuestión Eto'o. Termina contrato en 2010 y se precisa su renovación o su venta. Se dice que recalará junto a Tévez en el Manchester City, donde afloran los billetes. Los defectos de Eto'o siempre han saltado a la vista: es patizambo, no es ambidiestro, no es estético, desentona ante la técnica de su equipo y se ofusca a menudo con el gol. Sin embargo, sus virtudes son un bien escaso: velocidad de rayo, explosividad, hambre insaciable, instinto asesino y disciplina, mucha disciplina. Las alternativas al camerunés son conocidas por todos: o Villa o Forlán, dos goleadores acreditados que jamás alcanzarían las enormes cifras y el compromiso de Eto'o, capaz de sacrificarse jugando en la banda en beneficio del equipo. La edad tampoco les favorece: 27 y 30 años. Y mucho menos el precio de traspaso: ninguno de los dos bajaría de los 30 millones. A día de hoy, nadie sabe lo que pasa por la cabeza del camerunés, así como por las de Guardiola y 'Txiki'. A juzgar por los hechos, Eto'o es el producto de fabricación extranjera más rentable de la historia del Barça. Haría bien el club azulgrana, comenzando por su afición, en sentirse de una vez por todas orgulloso de su ariete. Le avalan sus cifras y la importancia capital de sus goles ─primer y único jugador de la historia del Barça en marcar en dos finales de Copa de Europa─. Por el bien de ambos, Samuel Eto'o Fils y Futbol Club Barcelona están condenados a unirse de nuevo en sagrado matrimonio y a intercambiarse otro "sí, quiero". El triunfo del amor, en la vida como en el fútbol, es la mejor noticia posible.
Y así transcurrió la noche más mágica del barcelonismo, con casi 100.000 personas en el estadio y una plantilla rebosante de felicidad. Ser del Barça es hoy más trendy que nunca gracias a gente como Guardiola, Iniesta y Messi. Mientras los futbolistas daban su segunda vuelta de honor y la fiesta se acercaba al cierre, un servidor se hacía mil preguntas en la grada. Finalmente, una vez celebrados, los títulos ya forman parte del pasado y la vitrina. El fútbol no se detiene y genera nuevos retos de forma constate. La 'Guardiola Mecànica' tiene una oportunidad irrepetible para convertirse en el mejor equipo de la historia azulgrana. Posee todos los mimbres necesarios: un modelo definido, paz institucional, un ramillete de grandes jugadores hambrientos y el mejor entrenador posible. Sucede que en fútbol, dos más dos nunca suelen ser cuatro. Del Barça de Rijkaard, que contaba con la misma plantilla más el talento de Ronaldinho y Deco, también se esperaba que marcara una era. No fue así. El equipo se deshizo tras celebrar la Champions de París en el Camp Nou, hace ahora un trienio. En esa ocasión, Puyol aseguró que aquella copa sería el inicio de un ciclo glorioso. Anoche, quizás escarmentado, no prometió nada. Este Barcelona es tan fresco y juvenil que no se plantea el porvenir. Sólo quiere Rock & Roll. Queda un verano por delante antes de que se reabra el telón de las competiciones. La Supercopa de Europa, la de España y el Mundial de Clubes se añadirán a los retos de la Liga, la Copa y la Champions. ¿Podrá este Barça superarse a sí mismo y encontrar otro trébol de más hojas? Con Guardiola al mando, un técnico tan preparado como afortunado, todo es posible. Por si acaso, esta vez Laporta no caerá en el error de hablar de aspiraciones futuras. Reinará el método del paso a paso que impondrá el entrenador. Una gran noticia.
Con el verano llegará el momento de renegociar la plantilla. Beguiristain tendrá la difícil tarea de mejorar un plantel histórico, aunque francamente mejorable. La Champions ha sido conquistada con 12 jugadores, lo cual demuestra la precariedad del banquillo, donde sólo Keita ofrecía unas mínimas garantías. Del intercambio de cromos de 'Txiki' en el mercado dependerán buena parte de las aspiraciones de Barça 2009-2010. Hleb ─temporada nefasta, confirmada con su no convocatoria en Roma─, Gudjohnsen ─un jugador cuya comparación con Iniesta y Xavi produce sonrojo─, Sylvinho ─un lateral que ha superado a Abidal en todo pero cuya carrera toca a su fin─, Cáceres ─pese a haber costado la friolera de 16 millones de euros, no se ha ganado la confianza de Guardiola, que ha llegado a reconvertir con acierto a Touré en central antes que contar con él─, Jorquera ─no llegará jamás a ser titular─ y Pinto ─una solución de emergencia que se ha alargado más de la cuenta─ son sospechosos habituales y deben ser traspasados o no renovados. A cambio, urgen jugadores de nivel muy superior. A saber: Zirkov, Lahm, Essien, Cesc Fàbregas, Silva, Robinho, Villa, Forlán y sobre todo Ribéry, por cuyo fichaje tiene que ir el Barça a la guerra si es necesario. El tándem del francés con Messi no tendría parangón en Europa. De hecho, dos regateadores de ese nivel en el mismo once, unidos a Iniesta y Xavi, serían imposibles de defender. La 'Guardiola Mecànica' contaría con un nuevo engranaje que la convertiría en la máquina perfecta, ya que la dotaría de más alternativas tácticas. Además, Ribéry asegura trabajo en equipo y un porcentaje mínimo de divismo, todo lo contrario que Cristiano Ronaldo, de quien ya duda hasta el Madrid.
Finalmente, Beguiristain y Guardiola tienen sobre la mesa la cuestión Eto'o. Termina contrato en 2010 y se precisa su renovación o su venta. Se dice que recalará junto a Tévez en el Manchester City, donde afloran los billetes. Los defectos de Eto'o siempre han saltado a la vista: es patizambo, no es ambidiestro, no es estético, desentona ante la técnica de su equipo y se ofusca a menudo con el gol. Sin embargo, sus virtudes son un bien escaso: velocidad de rayo, explosividad, hambre insaciable, instinto asesino y disciplina, mucha disciplina. Las alternativas al camerunés son conocidas por todos: o Villa o Forlán, dos goleadores acreditados que jamás alcanzarían las enormes cifras y el compromiso de Eto'o, capaz de sacrificarse jugando en la banda en beneficio del equipo. La edad tampoco les favorece: 27 y 30 años. Y mucho menos el precio de traspaso: ninguno de los dos bajaría de los 30 millones. A día de hoy, nadie sabe lo que pasa por la cabeza del camerunés, así como por las de Guardiola y 'Txiki'. A juzgar por los hechos, Eto'o es el producto de fabricación extranjera más rentable de la historia del Barça. Haría bien el club azulgrana, comenzando por su afición, en sentirse de una vez por todas orgulloso de su ariete. Le avalan sus cifras y la importancia capital de sus goles ─primer y único jugador de la historia del Barça en marcar en dos finales de Copa de Europa─. Por el bien de ambos, Samuel Eto'o Fils y Futbol Club Barcelona están condenados a unirse de nuevo en sagrado matrimonio y a intercambiarse otro "sí, quiero". El triunfo del amor, en la vida como en el fútbol, es la mejor noticia posible.
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