Por Cristian Naranjo

La brillantina de su presentación le ha venido como anillo al dedo al portugués, acostumbrado a los excesos: gastar mucho dinero, conducir deportivos de muchos caballos y hacer muchas abdominales. Miles de ellas. Cristiano no ha nacido para ser discreto como Messi sino para hacerlo todo a lo grande. Así, desproporcionados, han sido su traspaso y su presentación. Tanto como lo es su fútbol, repleto de arabescos y de herramientas para llegar al gol. Cristiano Ronaldo posee una navaja suiza de la que aún no conoce todas sus posibilidades. Su ramillete de aptitudes es por todos conocido: potencia, velocidad, disparo, remate aéreo, desborde y ante todo un gran sentido del gol. Un purasangre a dos patas. Tiene todas las condiciones para llegar a ser un grandioso futbolista, pero cojea en la azotea. Peca de individualista, de altivo, de no saber descifrar el juego colectivo y de tener mal perder. El Madrid ha apostado fuerte por él con el convencimiento de limar sus aristas. De conseguirlo, estaríamos ante un monstruo de enormes dimensiones. Los primeros partidos servirán para adivinar qué intenciones tiene Pellegrini con respecto a él. El fútbol de Cristiano tiene multitud de variantes posibles, pero todas pasan por el predominio de su figura en el juego. La contrapartida de reunir a la Liga de los hombres extraordinarios es que todos están acostumbrados a hacer acopio de protagonismo. Kaka', Cristiano, Benzema y quien sabe si Ribéry. Todos antropocéntricos y ninguno de perfil silencioso. La mejor mano del tapete no siempre asegura la jugada. Obviando el montante invertido, Florentino está tropezando dos veces en el mismo escollo. Los mejores jugadores no garantizan la galvanización del mejor once. Es lógica la euforia desencadenada en la capital, pero en el madridismo sigue latente la idea de cuál es el modelo anhelado. Incluir un motor de gran cilindrada como Cristiano en un equipo asegura una explosión de revoluciones. Por eso ha costado 94 millones. La brisa marina que suponen Xavi e Iniesta, por contra, no tiene precio.
*************************************************************
No hay comentarios:
Publicar un comentario