miércoles, 7 de abril de 2010

Satánico Messi

Por Cristian Naranjo

El fenómeno argentino hace trizas al Arsenal
en un primer tiempo de delirio colectivo

Primeros de abril. Llegó el tramo definitivo del curso. Apenas dos meses para el desenlace. Y ahí, en primera línea, vuelve a estar el Barcelona. Escuadra de autor por definición, el equipo de Guardiola acostumbra a rallar a gran nivel cuando decide levantarse temprano, desayunar a base de cereales y fruta y salir a correr un rato, varias horas antes de concentrarse de lleno en el partido. Es la metáfora de que si el actual jerarca de Europa encara la cita con la liturgia y el protocolo necesarios, el rival lo tiene crudo. Así lo prueba la límpida trayectoria del seis veces campeón en 2009. Salió pues el Barça con el rictus congelado ante un Arsenal pulcro, vestido de blanco y diplomática ralla. Un traje hecho camiseta. El once de Wenger, sesgado por las bajas de Fàbregas y Arshavin ─equivalentes a mamá y papá─, funcionó en base a las mismas directrices que en la ida: superpoblar la tierra media. Xavi padeció el acoso, y los primeros minutos no encontraron dueño. A la inversa que en el Emirates, no se barruntaba tormenta en el Camp Nou. Si bien fue Almunia quien vio caer las primeras gotas.

En el '18, en mitad del ir y venir del cuero, enganchó el Arsenal la jugada que buscaba: recuperación en zona alta y despliegue veloz en beneficio de Bendtner, que puso a prueba el riego sanguíneo de la grada. 0-1. Tocaba correr con arena en los bolsillos. Pero justo entonces, antes de que al aficionado le turbara el miedo, apareció Él. Se presentó ante todos el mismo Satanás. Y decidió quedarse solo en el escenario. No recuerda la moderna Liga de Campeones una exhibición parecida en el plano individual a la de anoche. El electrón es zurdo. Se llama Leo Messi. En el '21 volteó el statu quo con un trallazo demoníaco. En el '37, concretando de cine con la diestra, anunció el monopolio que estaba por venir. Y en el '42, a modo de postre, cerró el encuentro con una vaselina de algodón de azúcar que ya es marca de la casa. Messi es al fútbol algo más que Dios para el catolicismo. Es el todopoderoso y su enemigo. Es el seny i la rauxa. Es Jesucristo y es Lucifer. Es un Beattle y un Rolling Stone.

Desde anoche, la Champions League es señora de Leo Messi. Por fin se conoce el porqué de las grandes orejas que identifican al trofeo. La orejuda estaba esperando a su pequeño ratón animado. A su caballero. A su demonio. Nunca antes la habían cortejado de ese modo tan bipolar; tan descarnado; tan pasional. Cuatro goles en la vuelta de unos cuartos de final. Fotografía de la ambición. Forma humana de un humilde canto rodado. Tan diabólico, tan celestial… Bienvenidos a la dictadura de Lionel Messi: su satánica majestad.

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4 comentarios:

El_Acertijo dijo...

amigo, me hice seguidor de tu blog! si te gusta el mio haz lo mismo!

Abrazo

Jorge-George Olmos dijo...

Lo de ayer es dejarte sin palabras pero tú las has puesto en este post de una manera sublime.

Gran blog que me lo "llevo" al mio.

Esperemos seguir disfrutando de este genio del fútbol muchos años más

Atletico-Liverpool

The Kid Torres

Anónimo dijo...

Que 4 golazos del astro argentino. Lo de ayer fue increible. ¿que será lo próximo cogerla desde su portería y regatearse a todos y a sus compañeros? O ¿meter 5 o 6 goles?
Este chico no tiene techo.

”Che que plantel tenes…”.

Juanma Perera Izquierdo dijo...

Opino que las baajas del Arsenal condicionaron el partido. Pero también es verdad que el Barcelona, y sobre todo Mesi, cuando se ponen no hay nadie que les pueda ganar. Gran artículo y gran blog. Te felicito, y te invito a que visites el blog de "El Humilde Aficionado".