sábado, 3 de julio de 2010

El gol de Abreu

Por Cristian Naranjo

Francamente, hubiera preferido escribir estas líneas bajo el título de 'La estrella negra'. Pero no pudo ser. Un indio, un pirata, un tatuado, un bohemio, un romántico, un tarado... Un loco, en definitiva, casi tan loco como un servidor, lo puso todo patas arriba.

Ghana se adelantó en el marcador con ...un zurdazo que Sulley Muntari merecía más que nadie; máxime teniendo en cuenta que bajo el arco estaba un felino como Muslera. Y es que, pese a proclamarse tricampeón con el Inter, el todoterreno ghanés no ha contado demasiado ni para Mourinho ni para Rajevac. Por cuestiones de indisciplina, dicen. Todo lo contrario que Diego Forlán, que lleva más de un lustro rozando la sobreexplotación. Si para Muntari hacer gol es noticia, se diría que para el 'Cacha' es rutina. A nadie sorprende ver a un rubio en portada. Todos saben que Forlán juega con arco y flecha.

Con el 1-1, el partido se fue espesando al compás del miedo. A Uruguay no suele importarle demasiado. Como toda selección sureña, se hace fuerte en periodos de entreguerras. Tanto es así que entregó toda la prórroga al destino, quién sabe si soñando ya con los penaltis.

Minuto 121. Ghana encontró premio a su fe segundos antes de sonar el gong. En un remate a quemarropa, el pigmeo Suárez puso las manos allí donde no le alcanzaban ya ni la estatura, ni el corazón. En ese instante, con todo un estadio encendido y un continente pintado a tres colores, nada debía evitar el gol de Asamoah Gyan. Él debía ser la estrella negra de la bandera. Pero no. Muslera la vio pasar... Y el larguero la escupió, casi con desdén, alertando quizá de lo que nadie vio: la invalidez de la jugada. En el primer remate que saca Suárez con los pies, Appiah viene de fuera de juego. En fin...

El desenlace de lo ocurrido es de dominio público. Gyan llegó tarde a meterla por la escuadra... Y el 'Loco' Abreu me dejó sin habla. Si alguien me preguntara, alguna vez, por cómo quisiera morir, le diría sin pensar: "Con la edad de Cristo, lleno de tatuajes y el 13 a la espalda, todo chulería, pateando con poética comba zurda el penalti definitivo de mi selección en un Mundial. Sé de alguien que lo hizo y además pudo contarlo. Era uruguayo. Se hacía llamar W. S. Abreu G. Estaba loco de remate, pero era la puta bomba".
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1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buena reseña
Saludos desde Monclova Coah. México